El tratamiento artroscópico de la inestabilidad glenohumeral anterior se esta volviendo cada vez más aceptado como una opción viable de tratamiento dadas las tasas de éxito reportadas paralelas a aquellas obtenidas mediante las técnicas de estabilización abiertas. Esta mejora en las tasas de éxito se debe principalmente a los avances en las técnicas quirúrgicas y en la tecnología. Una mejora en la comprensión de la anatomía patológica asociada a la inestabilidad del hombro y las iniciativas de educación continua han sido instrumentos fundamentales para la extensión de las indicaciones para la estabilización artroscópica del hombro inestable.