Las técnicas quirúrgicas para la reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior (LCA) han progresado en los últimos 20 a 30 años. En la década del 70, las reconstrucciones del LCA se realizaban mediante artrotomías, utilizando reconstrucciones extra articulares no anatómicas con largos períodos de inmovilización postoperatoria. En la década del 80 las grandes artrotomías fueron remplazadas por reconstrucciones artroscópicas, anatómicas, intraarticulares. La artroscopia eliminó la necesidad de inmovilización prolongada postquirúrgica, y se establecieron protocolos de rehabilitación acelerados. Durante los noventas los protocolos de rehabilitación avanzaron aún más para permitir que los atletas regresaran a la práctica deportiva. En la actualidad, si bien hay menos variabilidad en las técnicas quirúrgicas utilizadas, sigue existiendo variabilidad en los tipos de injertos que se utilizan.