Los terapeutas físicos, enfermeras y especialistas en ortopedia de la Clínica Steadman se refieren a él como “Muchacho del Poster”, mientas que aquellos en el Centro de Medicina del Deporte Howard Head simplemente lo llaman “el Mayor”.
Cuando el gurú de las ventas promocionales de 66 años Ed Linder comienza a hablar sobre el cuidado que recibió por parte del Dr. Millett y de su equipo en Howard Head, bastarán unos pocos segundos hasta que se lo haya vendido a Usted también. Tan apasionado es Ed con respecto al éxito de sus cirugías de remplazo total de hombro y al tratamiento que recibió en estas instalaciones de primera categoría que la hija de Ed le dijo al Dr. Millett, “Si está considerando contratar a un nuevo relacionista público, contrate a mi padre. ¡No puede parar de hablar de Usted!”.
Cuando se le pregunta por el origen de sus apodos, Ed se encoge de hombros sin dolor y responde, “Al estar en contacto diariamente con la misma gente llegas a conocerla bastante bien. Durante mi terapia hubieron días llenos de risa, lucha, unión y triunfo que crearon relaciones y circunstancias únicas. Creo que el personal supo durante el primer día de mi terapia que yo estaba a cargo de mi propio éxito y destino y descubrieron bastante pronto que yo no me iba a desviar ni por un segundo del protocolo que se me había indicado. Creo que ahí comenzaron a llamarme el Mayor,” dice Ed riendo.
Durante muchos años Ed soportó y vivió con intenso dolor de ambos hombros. Siendo un exitoso vendedor en el negocio de los productos promocionales, pasó décadas cargando cajas pesadas mientras se encontraba con clientes y les mostraba los productos que su compañía tenia para ofrecer. Esta actividad, junto con sus juegos semanales y a veces diarios de golf, eventualmente debilitaron sus hombros. A los 60 años Ed sufría de osteoartritis en sus dos hombros.
Mientas que la movilidad y el rango de movimiento de sus hombros se deterioraban a lo largo de los años, Ed recuerda un período en el cual la osteoartritis de sus hombros se hizo tan severa que no era capaz de colocar su billetera en el bolsillo trasero de sus pantalones. “Mis hombros eran un problema diario para mi,” recuerda Ed. “El dolor pulsante y la severa falta de movilidad realmente me hacían preguntarme que podría hacerse para ayudarme. Un médico ya me había sugerido que considerara la cirugía de remplazo de hombro. Sin embargo, el mismo médico me había dicho que este tratamiento para la artritis de hombro, al ser una cirugía mayor, solo duraría siete años; y que dentro de una década perdería la función de mis brazos. Le dije “No, gracias” y seguí viviendo mi vida con dolor durante algunos años,” dijo Ed.
Ed se encontraba familiarizado con la Clínica Steadman en Vail. Recuerda haber leído sobre ella muchas veces en la sección deportiva de los diarios de Nueva York. Un amigo suyo le instó a pedir una consulta. Ed coordinó un viaje a Vail para encontrarse con el Dr. Millett durante una estadía en Colorado para un evento social. Dado que solamente estaría en Vail durante un corto período, le envió al Dr. Millett sus resonancias magnéticas por adelantado. Un día después recibió una llamada a su teléfono celular confirmándole que de hecho debería considerar una cirugía de remplazo de hombro.
Ed expresó sus preocupaciones y miedos con respecto al pronóstico realizado por su médico ortopedista anterior y la posibilidad de tener que someterse a cirugía nuevamente en menos de diez años. El Dr. Millett le aseguró que el procedimiento de remplazo de hombro dura al menos 25 años. Los dos hombres continuaron hablando por teléfono durante más de una hora. Durante la llamada, el Dr. Millett le explicó lo que debía esperar antes y después de la cirugía y le habló del estricto régimen de terapia y de lo que Ed debería hacer para lograr el éxito de las cirugías. En ese momento, Ed decidió llevara cabo su remplazo de hombro izquierdo.
Durante una cirugía de remplazo de hombro, que suele ser la etapa final del tratamiento de pacientes que sufren de osteoarthritis, una esfera de metal y una cavidad de polietileno remplazan a la articulación del hombro. El Dr. Millett utiliza un implante anatómico que restaura la anatomía del hombro a la normalidad.
En Noviembre del 2009 el Dr. Millett remplazó el hombro izquierdo de Ed. Al despertarse en la sala de recuperación Ed recuerda claramente lo que sintió y lo que dijo, “Me desperté en la sala de recuperación e inmediatamente sentí mucho mejor mi brazo. Me sorprendió la mejoría instantánea. En ese momento le dije al Dr. Millett “quiero coordinar la próxima cirugía”, y exactamente dos meses después me encontraba siendo operado de mi hombro derecho.”
Luego de que las dos cirugías estuvieran completas, el Dr. Millett le dijo a Ed que la avanzada osteoartritis de hombro que sufría incluía grandes osteofitos y daño a los tejidos, determinando uno de los casos mas complejos y difíciles que había visto. No podía creer que Ed hubiera resistido tomando medicación analgésica y hubiese vivido con un dolor y limitación funcional tan severos.
Habiendo dejado ambas cirugías detrás, Ed pasó meses en rehabilitación y terapia física. Gran parte de su tratamiento postoperatorio tuvo lugar en Vail. De acuerdo a Ed, “Elegí hacer la mayor parte de mi terapia en Vail. Sin embargo, fui a otra clínica cerca de mi casa, y la diferencia en la atención y la experiencia de los médicos y especialistas fueron como la noche y el día en comparación con los que recibí por parte del equipo de la Clínica Steadman. Sabía que no podía permanecer en Vail para siempre, por lo que ellos pasaron mucho tiempo enseñándome exactamente los ejercicios. De ahí en más fui capaz de completar mi rehabilitación en casa por mi cuenta.”
Hoy, mas de 18 meses luego de sus cirugías, Ed está radiante. Con un 100% de movilidad en ambos brazos, se encuentra libre de dolor y extático con respecto al éxito de sus nuevos hombros. Además de los varios apodos que le asignaron durante el proceso que cambio su vida, le llaman el “muchacho del poster” del éxito de la cirugía de remplazo de hombro.
De acuerdo a Ed, “Simplemente no puedo agradecerle lo suficiente al Dr. Millett y su fantástico equipo por todo lo que hicieron por mi. Considero al Dr. Millett un amigo además de mi médico. Si bien continúo jugando golf y haciendo las cosas que amo y viviendo la vida de manera despreocupada, soy cuidadoso a la vez. Quiero lograr hacer realidad esa marca de 25 años. Continúo viviendo la vida día a día utilizando las estrategias del Dr. Millett, sus protocolos y sus recomendaciones postquirúrgicas. Mi objetivo es mantenerme saludable y libre de dolor por los años venideros.”
Actualmente Ed se encuentra viviendo la vida a pleno con su esposa desde hace 43 años, Carole. Su hándicap en los campos de golf continua mejorando, ¡y utiliza su nuevo rango de movimiento para llevar su juego al mejor nivel posible!
