¿Como se logra transformar la peor experiencia en la vida de alguien en una de más positivas? De acuerdo a Heather Andrews, paciente del Dr. Peter Millett, “Dios eligió a alguien especial al seleccionar al Dr. Millett para que hiciera lo que hace a diario. No puedo imaginar mi extraordinaria batalla y experiencia personal con alguien distinto al Dr. Millett y al equipo de la Clínica Steadman.”
Un hermoso día soleado
Heather Andrews, de 42 años, nativa dePennsylvania, ama las montañas. Tanto que luego de finalizar su educación pasó varios años viviendo en Vail antes de regresar a su casa en Philadelphia. Hoy, aunque reside en Philadelphia con su esposo e hijos, su amor por el esquí, el alpinismo y los hermosos paisajes al aire libre vuelve a traerla a Vail año a año.
Esquiadora avida y talentosa, Heather ha pasado mas tiempo en las colinas de Vail que muchos entuasiastas visitantes. Sus hijos han seguido sus pasos y puede vérselos a menudo esquiando junto a ella. Pero un evento cambiaría su vida para siempre una tarde de Marzo del 2007 cuando ella y su esposo esquiaban juntos en una montaña que conocían bien en Vail.
“Fue un día normal,” dice Heather. “Yo me encontraba al pie de China Bowl tomando la pasarela hacia Blue Sky Basin. Tenemos muchos amigos en el pueblo y recuerdo que pensaba sobre la lista de tareas para el resto del día. Me encontraba soñando despierta y no prestaba atención a lo que me rodeaba.”
Como resultado, Heather se sorprendió a si misma esquiando sobre el borde de la pasarela, algo que no hace normalmente. Era esquí de primavera y la nieve estaba blanda. Al intentar sobrepasar a un esquiador mas lento que surcaba la nieve su esquí tocó un borde y perdió el equilibrio. Normalmente, Heather hubiese esquiado para salir de esta situación, pero al encontrarse en el borde descubrió que no tenía hacia donde esquiar y voló directamente fuera de la pasarela.
Instantáneamente Heather cayó del borde de la montaña hacia un barranco (que no estaba cubierto de nieve) y cayó 40 pies hacia un lecho de rocas – no sin que antes el extremo de su esquí quedara atrapado en la ladera de la montaña. Al caer el resto de su cuerpo hacia adelante, su tibia – el hueso que corre en la región anterior de la pierna – se quebró. Luego de eso Heather rebotó varias veces, golpeándose esa misma pierna contra la ladera rocosa una y otra vez hasta que finalmente aterrizo en las rocas sobre la base del barranco.
Heather recuerda con claridad estar acostada en el barranco en complete estado de shock. Su primer pensamiento fue que podía sentir todos sus miembros y estaba totalmente consciente de que su única lesión era en la pierna.
Luego de minutos de llegar a ella, la patrulla de seguridad determinó su situación y trabajó para sacarla de la montaña. “El dolor que sentía en la pierna era tan intenso que no podía hablar ni reaccionar” dijo Heather. “Me cerré completamente. El dolor que sentía era un 10 en una escala de 1 a 10. Una vez que llegue a la ambulancia me inyectaron medicación para el dolor, y en ese momento comenzaron los procesos que acapararían mi vida por los próximos tres años.”
La pelea por la vida
Heather fue trasladada rapidamente al Centro Médico de Vail Valley. Una vez que estuvo en la sala de emergencias, Peter, el esposo de Heather, llamo a su padre quien irónica y milagrosamente se encontraba en la Clínica visitando al Dr. Millett en relación a una lesión de hombro. El Dr. Millett corrió hacia la emergencia para evaluar a Heather. Luego de unos minutos informó a la familia – que se encontraba reunida en la sala de emergencias – sobre la situación de Heather, que era increíblemente seria.
Además de la fractura de tibia, había recibido lesiones internas en la misma pierna incluyendo un estallido de la rótula y varias fracturas compuestas de la tibia cuyos huesos sobresalían por fuera de la piel. La fractura se extendía hasta la articulación de la rodilla creando una lesión compleja de rodilla; se encontraba entre las peores lesiones que el Dr. Millett hubiera visto. Él concluyo que necesitaba cirugía de inmediato. La familia miró al Dr. Millett preguntando que hacer. Una hora después se encontraban en el quirófano.
El resto de la historia se encuentra tan plagado de giros y dolor personal, que resulta un milagro que cualquiera pudiera atravesarla sin sufrir cambios.
Durante la primera cirugía se le colocó a Heather un marco externo para que actuara como apoyo para su pierna. Con este fijador colocado, Heather permaneció acostada quieta durante una semana en el hospital para que la inflamación de su pierna disminuyera. Una semana después el Dr. Millett realizó una intrincada cirugía para reparar a tibia rota utilizando placas de metal y varios tornillos. Durante varias semanas más Heather permaneció hospitalizada de modo que sus tejidos curaran y los drenajes de sus heridas pudieran actuar en las regiones de la pierna en la que los huesos habían lastimado la piel – el área interna que rodeaba a las fracturas complejas.
Durante esas semanas, Heather se sometió a intensa terapia física de modo de fortalecer las áreas que se asociaban con su tibia fracturada y su lesión compleja de rodilla. Habiendo transcurrido varias semanas de terapia, el Dr. Millett concluyó que los huesos no estaban curándose y que Heather necesitaría otra cirugía para cerrar las heridas; era la única manera en la que lograría salvar su pierna. En ese momento y con la asistencia de su socio el Dr. Viola, especialista microvascular, el Dr. Millett realizó un procedimiento en el que los músculos y la piel se mueven para cubrir el área del defecto en la pierna. Luego de utilizar una férula y permanecer muy quieta durante una semana, se retiró el yeso. Todos estuvieron complacidos con el éxito de la cirugía. Luego de recolocar la férula en su pierna, Heather finalmente se fue a casa a fines de Abril.
La emoción de volver a casa
Al llegar a casa varias semanas luego del accidente Heather se vio inundada por las emociones. Sin el apoyo de su médico y su equipo, ¿Cómo sobreviviría?
“Tenía mucho miedo de irme a casa. EL equipo del Dr. Millett incluyendo las enfermeras del Centro Médico de Vail Valley, el equipo de terapia física y el Dr. Millett en persona se habían convertido en mi familia extendida. Mientras me encontré con ellos recibiendo tratamiento me sentía alegre, positiva y agradecida; cuando se me permitió ir a casa me sentía feliz de volver, pero triste porque sabía que tendría que enfrentarme a esto sola,” dijo Heather.
Durante más de once meses Heather se movió con muletas mientras intentaba retomar su vida habitual en Pennsylvania. Volvió a visitar al Dr. Millett a fines del 2008 y se enteró de que una sección de hueso no estaba curándose por completo dada la severidad de la fractura. A fines de ese año, una nueva placa fue colocada en su pierna y se realizó un injerto de hueso. El hueso de Heather respondió muy bien. Siguieron otros meses de terapia y rehabilitación.
Al día de hoy, Heather se encuentra mas saludable y fuerte que nunca y puede caminar, correr y esquiar sin dolor. Prácticamente ha terminado con sus cirugías. El Dr. Millett removerá la placa que se colocó inmediatamente después del accidente y Heather comenzará con su curación final.
Una vida que cambió para siempre
Hubiera sido imposible para Heather atravesar esta odisea sin cambiar – y la verdad es que ha cambiado para siempre. “El nivel de atención que uno recibe durante su estadía en la Clínica Steadman es de increíble. La mano derecha permanentemente se comunica con la izquierda. Nunca estuve sola durante el proceso – devolvieron mis llamadas, las enfermeras me ayudaron, el Dr. Millett estuvo a mi lado todo el tiempo. Cada aspecto del tratamiento que esta gente ofrece simplemente es el mejor en el mundo. Cuando voy al médico en Pennsylvania y Nueva York siempre me siento desilusionada – aun por médicos y hospitales realmente buenos. Una vez que has sido atendido como yo lo fui por parte del Dr. Millett y la Clínica Steadman, nada puede comparársele.”
Tres años y seis cirugías mas tarde, Heather se esta acercando a la normalidad. Puede ejercitarse normalmente y no experimenta efectos residuales de la tragedia tales como dolor del miembro fantasma o pesadillas.
Heather finaliza diciendo “Cuando se tiene a un médico como el Dr. Millett cuidándote, simplemente no te preocupas. Lo sentí como mi ángel de la guarda todo el tiempo que estuve bajo su cuidado. Tengo mi pierna el día de hoy gracias a su increíble pericia. Haber sido su paciente y que el lograra reparar mi pierna me hace la mujer mas afortunada del mundo. Durante meses he querido poner en palabras lo que su atención represento para mi y para mi familia y me alegra mucho participar de este estudio de su perfil. Todo el mundo debe saber de los dones y talentos de este increíble cirujano ortopédico y de todos en la Clínica Steadman. Estaré eternamente agradecida.”