Un hombre de 57 años con Diabetes Mellitus tipo II presentó dolor en el hombro derecho y debilidad. El inicio de los síntomas fue insidioso y progresivo durante un período de dos años. El paciente inicialmente pensó que se había lesionado el hombro practicando natación pero notó que sus síntomas habían empeorado desde una lesión posterior que había experimentado 6 meses previo a la consulta al arrojar una pelota de tenis. El dolor se localizaba en su hombro derecho y a menudo lo despertaba durante el sueño. Había recurrido a drogas antinflamatorias no esteroideas (AINES) durante los 6 meses posteriores a la nueva lesión y completado un tratamiento intermitente de terapia física que incluyó un programa de fortalecimiento del manguito rotador. Se trataba de una persona activa que disfrutaba de la caza y de la pesca pero no podía practicar ninguna de estas actividades a causa de sus problemas de hombro.

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